OKUPACIÓN

Felipe1 se arrancó parte de su cuero cabelludo literalmente hablando, tal como suena, presa de un virulento ataque de ansiedad ocasionado por la impotencia, la rabia y la desesperación más absolutas al regresar a su casa tras un tiempo fuera de su ciudad cuidando a su padre enfermo y encontrársela okupada por una familia de 4 miembros y 6 gatos.

—¡¡Esto es increíble!!—vociferaba a los policías que habían acudido al aviso—¡¿Qué esperan que pase para intervenir?! ¿Un allanamiento de morada flagrante y no pueden hacer nada? De verdad que muchas veces me avergüenzo de ser español por las leyes y los políticos de tres al cuarto que tenemos… 

—Que se le quite de la cabeza, señor—gritó alguien cerca—la normativa española parece hecha para delincuentes…

—¿Sólo lo parece?—apostilló otro.

    Felipe optó por no responder. No entendía cómo hay políticos que, en un tremendo ejemplo de increíbles irresponsabilidad e insensatez, pueden justificar la okupación ilegal de viviendas, aunque sólo en algunos casos; ¿por qué no se llevan a algunos a sus amplios jardines o acondicionados sótanos o grandes fincas? No entendía las penas tan blandas y los absurdos niveles de delito tipificados en el Código Penal español. No entendía por qué no se le permite al propietario cortar la luz, el agua y/o el gas a los okupas. No entendía por qué el Ministerio del Interior ha esperado tanto para eliminar el plazo de 48 horas para el desalojo de okupas y proporcionar un protocolo de actuación a los agentes, tras la instrucción de la Fiscalía Gral. del Estado… ¿O lo ha hecho cuando le han dado la susodicha orden?

Felipe no entendía nada. No entendía que no podía cambiar la cerradura de su casa, ¡su casa!, por su cuenta y riesgo. No entendía que sus enseres fuesen retirados (por decirlo educadamente) con nocturnidad y alevosía por los okupas, para tratar de probar que la casa estaba deshabitada y vacía. No entendía para qué sirve incorporar una nueva alerta en la app alertcops para comunicar inmediatamente casos de okupación ilegal de viviendas, si las leyes no se modifican y continúan teniendo lagunas tan grandes y tan bien usadas por los delincuentes. No entendía nada. 

Sólo entendía que sí, que todo ciudadano español tiene el derecho constitucional a una vivienda digna, pero… ¿Dónde pone la Carta Magna que tenga que ser gratis? ¿Dónde dice la Carta Magna que se deba proteger al okupa frente al propietario legítimo de la vivienda, da lo mismo que sea primera o segunda o tercera? ¿Dónde dice la Carta Magna que se pueda pisotear tan descaradamente el derecho de la propiedad privada? ¿Por qué no se cambian Leyes o se hacen nuevas si no existen o se han quedado obsoletas? ¿En algo tan vital para la ciudadanía tampoco va a haber consenso y cooperación? ¿Qué más tiene que ocurrir para que los políticos reaccionen?


  1. Felipe no existe; es un personaje creado exclusivamente para el artículo.

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