AQUELLOS VERANOS CON ENID BLYTON Y “LOS CINCO”.
Qué buenos recuerdos se despiertan en mí al ver la estupenda colección que ocupa un hueco importante en el dormitorio de mi sobrino mayor. Qué nostalgia me invade al ver esos libros de Los Cinco, que antaño fueron míos y ahora mi sobrino mantiene (a pesar de que su edad para leerlos quedó atrás) "con orgullo porque se los regaló su tía Puri", de la famosísima autora británica Enid Blyton, con los que me aficioné en serio a este mundo mágico e inigualable que es la Literatura. Con el atractivo Julián, el tímido Dick, la complicada Jorge, la sencilla Ana y el avispado perro Tim pasé unos veranos inolvidables, compartiendo con ellos maravillosas y emocionantes aventuras dentro de faros, pasadizos secretos, galerías subterráneas, casas deshabitadas, cerros, islas..., y descubriendo a través de sus peripecias valores como la amistad, la astucia, la valentía, el compañerismo, la osadía, la libertad de elección sexual (Jorge, no olvidemos, es en realidad una chica y se llama Georgina, pero se siente tan muchacho como Julián y Dick) y el respeto, tan infravalorados hoy en día por los niños y jóvenes debido, en su mayor parte, a la nefasta influencia que sobre ellos ejercen videoconsolas, cine y televisión con sus contenidos violentos y degradantes. Unos contenidos que, en una inmensa y desgraciada mayoría de ocasiones, los propios padres ni se molestan en prohibir y censurar. Vale. Así les va. Así nos va a la Sociedad.
Miro la contraportada de Los cinco y el tesoro de la isla que cojo un instante y sonrío, invadida por la ternura y los recuerdos: Desde que con diez u once añitos pillé por casualidad un viejo tomo de Los Cinco, perteneciente, sin duda, a mi hermana María Salud, ya no pude sustraerme a la magia y a la aventura que se desprende de la colección de Enid Blyton. Títulos como Los Cinco se escapan, Otra aventura de los Cinco, Los Cinco en el Cerro del Contrabandista, Los Cinco en la caravana..., etc, formaron parte de mis estíos calurosos hasta mi adolescencia; recuerdo que no pasaban más de dos semanas seguidas sin que arrastrase a mis padres, a mi abuela Paca (QEPD) o a mi tía Maricarmen a las librerías Martín Fierro y Vidal de Elda a que me comprasen otro tomo de Los Cinco. Estaba enganchada a sus trepidantes odiseas, sentía miedo o alegría con ellos, soñaba con tener un novio como Julián y unos amigos como Dick, Jorge y Tim, veía el parecido entre la dulce Ana y mi inigualable hermana María Salud, aprendí a cuidar y a amar los libros... Aprendí la magia de la Literatura, y le entregué mi corazón por siempre; y aunque ahora paso mi tiempo libre con Arturo Pérez Reverte, Antonio Gala, Isabel Allende, Ken Follet o Víctor Hugo, nunca olvidaré aquellos veranos con Enid Blyton y Los Cinco... Y deseo fervientemente que Los Cinco sigan por muchos años en las librerías y éste sea el comienzo de una hermosa amistad entre los niños y jóvenes de hoy y la Literatura; ojalá no esté soñando con la Luna. Ojalá no peque de ingenua.
Miro la contraportada de Los cinco y el tesoro de la isla que cojo un instante y sonrío, invadida por la ternura y los recuerdos: Desde que con diez u once añitos pillé por casualidad un viejo tomo de Los Cinco, perteneciente, sin duda, a mi hermana María Salud, ya no pude sustraerme a la magia y a la aventura que se desprende de la colección de Enid Blyton. Títulos como Los Cinco se escapan, Otra aventura de los Cinco, Los Cinco en el Cerro del Contrabandista, Los Cinco en la caravana..., etc, formaron parte de mis estíos calurosos hasta mi adolescencia; recuerdo que no pasaban más de dos semanas seguidas sin que arrastrase a mis padres, a mi abuela Paca (QEPD) o a mi tía Maricarmen a las librerías Martín Fierro y Vidal de Elda a que me comprasen otro tomo de Los Cinco. Estaba enganchada a sus trepidantes odiseas, sentía miedo o alegría con ellos, soñaba con tener un novio como Julián y unos amigos como Dick, Jorge y Tim, veía el parecido entre la dulce Ana y mi inigualable hermana María Salud, aprendí a cuidar y a amar los libros... Aprendí la magia de la Literatura, y le entregué mi corazón por siempre; y aunque ahora paso mi tiempo libre con Arturo Pérez Reverte, Antonio Gala, Isabel Allende, Ken Follet o Víctor Hugo, nunca olvidaré aquellos veranos con Enid Blyton y Los Cinco... Y deseo fervientemente que Los Cinco sigan por muchos años en las librerías y éste sea el comienzo de una hermosa amistad entre los niños y jóvenes de hoy y la Literatura; ojalá no esté soñando con la Luna. Ojalá no peque de ingenua.
Comentarios
no recuerdo nada de esos libros, pero sí recuerdo que eran de mis preferidos.
Mejor no hacer cuentas de cuuántos años hace...
Un abrazo
Yo también leí encantada esos libros y también deseo que mis hijas los lean cuando sean un poco mayores.
En este momento no hubiese sabido decir nada sobre los cinco protagonistas si me hubieses preguntado, pero ha sido muy agradable leer cada uno de sus nombres y comprobar que todos me resultaban familiares... :)
Un beso!!
Los cinco ya me parecían infantiles y un tanto "libro para pijos".
Lo siento, no me he leído ninguno.
Besos.
Son unos libros smables, entrañables, que nunca morirán. Mis recuerdos también son muy buenos.
UN ABRAZO.
MIL MILLONES DE ABRAZOS,
PD: Ya he encontrado el trabajo de "Guerra y paz", jejeje... En cuanto lo transcriba lo cuelgo aquí, con tus correcciones y todo... ¡A ver si sigues pensando lo mismo o me corriges más cosas, caro profe! Yo, encantada, jejeje.
MIL SAPORIMAS, MY DEAR PROFE.
Son unos libros AMABLES.
Los Episodios NACIONALES.
¡Mil disculpas, Dicybug y caro profe Ariovisto!
Gracias por tu visita!
A mi hija le han mandado un trabajo sobre Egipto "light". Fui yo la que se enredó leyendo! La verdad es que es apasionante!
Un besazo!
Un besote!
De "Los Cinco", además de horas de entretenimiento, saqué otras muchas cosas. Que me gustaba el rol de científico despistado para un personaje divertido. Que quería tener un perro. Que me gustaría tener un nombre que fuese fácilmente convertible en nombre de chico. Que quería ser como Jorge. Que suerte tenía Jorge... ¡Ah! Y que yo también quería escribir historias así.
Esta entrada me ha dado una idea muy buena. La próxima vez que vaya a mi casa, voy a "prestar" a mi madre un libro de "Los Cinco". A ver si reaprende algo que ya sabía.
Muchas gracias y un saludo.
Te he dejado un comentario en tu blog. ¡Espero te guste!
BESAZOS,
Me voy unos días con mi marido y las niñas... Estaremos sin internet. Pero volvemos pronto. Probablemente el domingo.
Un besote!
El sobrino mayor.
Muak.
UN BESAZO, MI SOBRINO MAYOR.
De "los cinco" sólo ha quedao el perro...
Besos.
Joer, ¡qué solos nos han dejado, sí que es verdad! Nos han dejado abandonados, buaaaaaaaa...
MOLTS BESETS,
Saludos,