MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES
El título de esta columna de hoy refleja, sin lugar a duda, el pensamiento y el sentimiento de muchísimos ciudadanos ante la iniciativa ‘Elda 2030’, que pretende implicar a los eldenses en la mejora e innovación de nuestra amada (y maltratada) ciudad en la próxima década. El escepticismo y el hastío generan preguntas como ¿servirá de algo enviar sugerencias por correo electrónico a la Oficina Técnica o responder a las encuestas que se lanzan cada cierto tiempo? ¿De verdad serán vinculantes los resultados? ¿Se harán las cosas más necesarias para la ciudad o las más convertibles en réditos electorales para el equipo de gobierno local (como casi siempre sucede, sea éste del color que sea)? ¿Veremos por fin una Elda bonita y accesible para toda la población? Parafraseando al gran Calderón de la Barca, «la vida es sueño, y los sueños, sueños son».
Si bien es cierto que en el Centro de Educación Especial Miguel de Cervantes II se han sustituido bajantes de PVC y se...