A MIS ABUELOS, IN MEMORIAM.

A MI ABUELO LUIS.

¡Ay, abuelito, parece que fue ayer cuando te fuiste al Cielo!
Y ya han pasado doce largos y tristes años.
Doce años de ausencia, de recuerdos, de añoranza, de falta…
Sí, de falta… Porque tú nos hacías mucha falta a mí,
A la abuela, a mis papás, a la tía…
Y tú te fuiste y nos dejaste…
Nos dejaste cuando más te necesitábamos todos.
Nos dejaste cuando yo empezaba a andar y a hablar.
Nos dejaste, y no me llevaste nunca al colegio.

¿Por qué nos dejaste tan joven?

¿Te acuerdas cuando entre los dos cogíamos a la Rosaura
y andábamos con ella por la casa?
Yo me acuerdo un día que me caí, y tú te asustaste mucho…
¡Qué buenos ratos hemos pasado juntos!, ¿verdad abuelito?

Ahora estoy leyendo dos de tus obras favoritas:
El Quijote y los Episodios Nacionales.
La gente se ríe de mí, porque me gusta mucho la poesía,
Como a ti.

Tú estás en el cielo, pero yo sé que tú estás aquí,
Entre la abuela y yo.
Yo sé que tú nos cuidas y nos ayudas.
Yo sé que tú nos salvas del peligro.

Tus ojos eran negros, tu nariz majestuosa, tu cuerpo
Macizo.
Ahora no queda nada de ti, pero queda tu alma, que está
Con Dios, y eso es lo que importa.

La abuela y yo te recordamos en cada momento del día,
Nos acordamos de las cosas que hemos pasado juntos.
Tu cuerpo se quedó en la tierra, tu alma subió al cielo,
Pero tú estás en nuestra memoria para siempre.

Con cariño de tu nieta,

Puri Moreno Abad.

31 de octubre de 1.992.

A MI ABUELA PACA.

(Publicado en El Comarcal el viernes 30 de noviembre de 2001).

Querida Cuchi-cuchi:

Hace una semana que te marchaste de mi lado para siempre, y ya no me quedan más lágrimas para llorarte; tantas gotas de agua han caído estos días de los manantiales de mi cara, que éstos ya están secos. Te has ido dejándome el imborrable recuerdo de tu inmensa calidad como abuela, como madre, como suegra, como hermana, como vecina y como persona. Te has ido dejándome el imborrable recuerdo de tu inteligencia, de tu agudeza mental y verbal, de tu gran sentido del humor y de esa tremenda fortaleza que solo al final perdiste. Te has ido dejándome el imborrable recuerdo de tu gran generosidad, que mucha gente jamás te ha correspondido con una visita o una llamada de agradecimiento. Te has ido dejándome el imborrable recuerdo de tu sonrisa cuando me veías aparecer por tu casa y por el hospital. Te has ido con el abuelo Luis, tu marido y único amor, de la forma que querías: En tu casa, en tu cama, durmiendo y con la compañía de tus hijas. Y llevándote como última imagen la mía.
Cuchi-cuchi, me siento triste. Muy triste. Destrozada. Abatida. Hundida. Hecha polvo. Sé que ya no querías vivir así, sufriendo por tu estado físico (teniendo el conocimiento intacto, además), que por días empeorabas y que es preferible tenerte enterrada a que estuvieras sufriendo ya innecesariamente. Pero te echo mucho de menos, te añoro, en cada momento del día y a cada paso que doy cientos de instantes compartidos contigo se agolpan en mi mente. La gente me dice que el tiempo mitigará mi dolor y que aprenderé a vivir con tu recuerdo, pero creo que no; me cuesta mucho levantarme y acostarme y no darte un besito, me cuesta estar cenando y que no le regañes a mi madre <>>, me cuesta estar leyendo y no escucharte diciéndome <<¡te vas a volver loca, Puri, de tanto leer!>>, me cuesta... Me cuesta todo lo que hago, mi querida abuela, porque no te me vas de la cabeza, porque en casi todo lo que hacía estabas conmigo. Me cuesta mucho estar alegre, aunque a ratos lo voy consiguiendo porque sé que es así como querrías verme. Pero es muy difícil para mí; sé que nunca me voy a poder acostumbrar a tu ausencia, y lo único que medio me consuela es la certeza de que ya estás con el abuelo Luis, que ya no sufres y que, desde donde estéis, los dos cuidaréis de mí hasta que –dentro de mucho- nos reencontremos. Sé que los dos estáis velando por mí, por una nieta que os ha querido y adorado más que a su propia vida. Por una nieta que siempre os llevará en su corazón y en su memoria.


De tu nieta que no te olvida,

PURI MORENO.

16 de noviembre de 2001.