OKUPACIÓN
F elipe1 se arrancó parte de su cuero cabelludo literalmente hablando, tal como suena, presa de un virulento ataque de ansiedad ocasionado por la impotencia, la rabia y la desesperación más absolutas al regresar a su casa tras un tiempo fuera de su ciudad cuidando a su padre enfermo y encontrársela okupada por una familia de 4 miembros y 6 gatos. —¡¡Esto es increíble!!—vociferaba a los policías que habían acudido al aviso—¡¿Qué esperan que pase para intervenir?! ¿Un allanamiento de morada flagrante y no pueden hacer nada? De verdad que muchas veces me avergüenzo de ser español por las leyes y los políticos de tres al cuarto que tenemos… —Que se le quite de la cabeza, señor—gritó alguien cerca—la normativa española parece hecha para delincuentes… —¿Sólo lo parece?—apostilló otro. Felipe optó por no responder. No entendía cómo hay políticos que, en un tremendo ejemplo de increíbles irresponsabilidad e insensatez, pueden justificar la okupación ilegal de viviendas...