QUE SE CENTREN EN LO QUE IMPORTA.
Como si en España no hubiera mil problemas que afrontar y resolver, como si éste fuese el país de las maravillas y no pasara absolutamente nada, ZP y su Gobierno están abriendo polémicas innecesarias que sólo contribuyen a cabrear más a la gente y a evitar que se hable de lo que es importante, preocupante, prioritario, para una ciudadanía cada vez más ahogada por una tasa de paro que ya dobla a la media europea, por la incertidumbre por lo que pueda pasar tras la finalización de las prestaciones por desempleo, por las constantes largas de los bancos a la hora de conceder créditos a las familias y a las pymes y en general por los efectos de una crisis que no lleva visos de mejorar… A pesar de las optimistas previsiones del Sr. Zapatero.
No era necesario sacar ahora una ley del aborto que a nadie convence y que a todos parece injusta, insuficiente, inhumana o desastrosa (según quien opine de la misma). No era necesario hacer una normativa que según los expertos no mejora la ya existente y que frivoliza sobre un tema tan devastador a nivel personal y emocional para una mujer, que no resuelve en absoluto el debate y que se revela como contradictorio al considerar a una adolescente madura para adoptar semejante decisión sin autorización de sus padres cuando por otro lado se es tan estricto en el asunto de la venta de tabaco y se empieza a querer serlo en el del alcohol. No hacía falta encender los ánimos y provocar semejante polémica con la Iglesia, con las cofradías y con la Semana Santa, con los grupos próvida o feministas y con los demás partidos políticos; en momentos así es cuando más calma, prudencia y respeto debería haber, porque las formas hacen que el fondo sea distinto para bien o para mal. El diálogo es fundamental para la resolución de los problemas, y las prisas y la improvisación, malas consejeras. La gente está cansada de las sesiones parlamentarias donde se oyen gritos, insultos, dimes y diretes que no resuelven los problemas del paro, de la inseguridad laboral, de la inseguridad ciudadana o de la ausencia de medidas concretas y efectivas que ayuden a las empresas a crear empleo estable, que permitan a las familias afrontar el pago de hipotecas y de impuestos y que potencien de nuevo el consumo y la inversión. La gente pasa de rifirrafes de Perejiles, de Kosovos o de trajes y facturas: A la gente de a pie le interesa la economía, la sanidad, la educación, la Justicia o el agua (y como prueba de ello está la manifestación multitudinaria que tuvo lugar el pasado viernes 27 de marzo en Elche en defensa de la no caducidad del trasvase Tajo-Segura, tal y como pretende el Gob. de Castilla-la Mancha en su proyecto de reforma estatutaria), porque son los temas que más determinan su día a día, su presente y su futuro. Y es en lo que debería centrarse el Gobierno de ZP, porque para eso sacó mayoría en las urnas; para resolver los problemas de los ciudadanos.
No era necesario sacar ahora una ley del aborto que a nadie convence y que a todos parece injusta, insuficiente, inhumana o desastrosa (según quien opine de la misma). No era necesario hacer una normativa que según los expertos no mejora la ya existente y que frivoliza sobre un tema tan devastador a nivel personal y emocional para una mujer, que no resuelve en absoluto el debate y que se revela como contradictorio al considerar a una adolescente madura para adoptar semejante decisión sin autorización de sus padres cuando por otro lado se es tan estricto en el asunto de la venta de tabaco y se empieza a querer serlo en el del alcohol. No hacía falta encender los ánimos y provocar semejante polémica con la Iglesia, con las cofradías y con la Semana Santa, con los grupos próvida o feministas y con los demás partidos políticos; en momentos así es cuando más calma, prudencia y respeto debería haber, porque las formas hacen que el fondo sea distinto para bien o para mal. El diálogo es fundamental para la resolución de los problemas, y las prisas y la improvisación, malas consejeras. La gente está cansada de las sesiones parlamentarias donde se oyen gritos, insultos, dimes y diretes que no resuelven los problemas del paro, de la inseguridad laboral, de la inseguridad ciudadana o de la ausencia de medidas concretas y efectivas que ayuden a las empresas a crear empleo estable, que permitan a las familias afrontar el pago de hipotecas y de impuestos y que potencien de nuevo el consumo y la inversión. La gente pasa de rifirrafes de Perejiles, de Kosovos o de trajes y facturas: A la gente de a pie le interesa la economía, la sanidad, la educación, la Justicia o el agua (y como prueba de ello está la manifestación multitudinaria que tuvo lugar el pasado viernes 27 de marzo en Elche en defensa de la no caducidad del trasvase Tajo-Segura, tal y como pretende el Gob. de Castilla-la Mancha en su proyecto de reforma estatutaria), porque son los temas que más determinan su día a día, su presente y su futuro. Y es en lo que debería centrarse el Gobierno de ZP, porque para eso sacó mayoría en las urnas; para resolver los problemas de los ciudadanos.
Comentarios
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No sufras, según algunos medios afines al Gobierno - o sea a la trola - ya estamos saliendo del túnel... lo que no dicen es que cuando se acabe el túnel... ¡no habrá carretera!
Un beso, dilecta mazetés
MIL BESOS, MY DEAR PROFE.
Magistral descripción de lo que está ocurriendo. Da gusto leer un texto tan bien redactado y que sintetiza muy bien la situación actual.
Me alegro de que estés de vuelta!
Un beso!
¡¡Ya estoy de vuelta, jejeje, así que me tenéis que aguantar, jejjjjjjjjjj!!
BESAZOS,
¿A qué le huele el aliento a Raúl Gzlez Blanco?
Ji jua ji juo ja