NULA EDUCACIÓN.
Educación, según el Diccionario de la RAE, entre otras cosas, es el proceso de socialización y aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de una persona, la instrucción por medio de la acción docente y la más elemental muestra de cortesía y urbanidad. Y lo cierto es que viendo la malsonante frase que se soltó recientemente una ya ex concejal socialista en un pleno del Ayuntamiento de Elda (dos palabras soeces que provocaron el cabreo de la Alcaldesa), las parrafadas obscenas de cierto seleccionador sudamericano de fútbol a los medios de comunicación o los impresentables espectáculos de rifirrafes en televisión, parece que lo de educación sea más un término extraterrestre que una obligación para todos los seres humanos en aras de un correcto funcionamiento de la Sociedad y de una distinción de los animales que en muchas ocasiones parece incongruente llevar a cabo.
El actual sistema educativo español infravalora la literatura o la filosofía por decir que para qué sirven. Como si no se quisiera recordar y potenciar que una persona que estudie, que lea, que se preocupe por la cultura, será educada y respetuosa y en el 99.99% de las ocasiones en las que se vea en una situación comprometida se lo pensará tres veces antes de reaccionar violentamente. Al contrario de lo que sucede ahora; que la educación brilla por su ausencia y el abandono, indiferencia o fracaso escolar traen consecuencias tan sangrientas y funestas como las que a diario vemos y escuchamos en los medios de comunicación.
Asimismo, ¿cómo queremos que los jóvenes sean educados si quienes han de dar ejemplo son los primeros en mostrarse gallitos, malsonantes y malencarados? Políticos, futbolistas y ex futbolistas, presidentes de Clubs, actores y cantantes deberían pensar un poco más con la cabeza antes de sacar sus lenguas de paseo y tener claro que por sus profesiones son los espejos en los que se miran millones de niños, adolescentes y adultos que imitan cada uno de sus gestos; deberían pensar que cuando se representa a un electorado, a una afición o a todo un país se ha de ser correctos, educados, cultos y respetuosos, porque no es justo que la imagen que quede de una ciudad, de un Club o de un país sea la burrería (sin ánimo de ofender a un animal tan bello como el burro), la insensatez o la mala educación de su representante. Actitudes como las enumeradas en el primer párrafo deberían estar sancionadas con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, y esto no sería amordazar, restringir o coartar la libertad de expresión de nadie; sería garantizar que la mala educación no campara a sus anchas con la impunidad y el pasotismo con los que lo hace ahora.
El actual sistema educativo español infravalora la literatura o la filosofía por decir que para qué sirven. Como si no se quisiera recordar y potenciar que una persona que estudie, que lea, que se preocupe por la cultura, será educada y respetuosa y en el 99.99% de las ocasiones en las que se vea en una situación comprometida se lo pensará tres veces antes de reaccionar violentamente. Al contrario de lo que sucede ahora; que la educación brilla por su ausencia y el abandono, indiferencia o fracaso escolar traen consecuencias tan sangrientas y funestas como las que a diario vemos y escuchamos en los medios de comunicación.
Asimismo, ¿cómo queremos que los jóvenes sean educados si quienes han de dar ejemplo son los primeros en mostrarse gallitos, malsonantes y malencarados? Políticos, futbolistas y ex futbolistas, presidentes de Clubs, actores y cantantes deberían pensar un poco más con la cabeza antes de sacar sus lenguas de paseo y tener claro que por sus profesiones son los espejos en los que se miran millones de niños, adolescentes y adultos que imitan cada uno de sus gestos; deberían pensar que cuando se representa a un electorado, a una afición o a todo un país se ha de ser correctos, educados, cultos y respetuosos, porque no es justo que la imagen que quede de una ciudad, de un Club o de un país sea la burrería (sin ánimo de ofender a un animal tan bello como el burro), la insensatez o la mala educación de su representante. Actitudes como las enumeradas en el primer párrafo deberían estar sancionadas con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, y esto no sería amordazar, restringir o coartar la libertad de expresión de nadie; sería garantizar que la mala educación no campara a sus anchas con la impunidad y el pasotismo con los que lo hace ahora.
Comentarios
Tienes toda la razón. Si no son capaces de comportarse correctamente, que se queden en sus casas.
Un besazo!
PD. Gracias por tu amable comentario en mi blog! :)
Prefiero estos maleducados simpáticos
Pincha
http://www.youtube.com/watch?v=qP9RGVbfBzw
No sé si existirá relación entre leer mucho y ser amable (evito usar términos ambiguos como culto y educado). Posiblemente las personas que leen mucho piensan que sí.
Un abrazo
BESAAAAAAAAAZOOOOOOOOOOOOOOOS,
Jejejejeje...
MIL KISS, MY DEAR PROFE.
UN ABRAZOOOOOOOOOO,