DE AUTÉNTICA VERGÜENZA
Por fin dimitió Luis Rubiales. Demasiado tiempo ha tardado en deponer su actitud numantina y victimista, una actitud de auténtica vergüenza que ha hecho un daño imperdonable al hito histórico de una selección de fútbol femenino que ha sido capaz de ganar un Mundial a los pocos años de haber empezado su participación en competiciones internacionales, pero no es sólo eso; también ha empañado la brillante imagen del deporte español en el extranjero. Una actitud de auténtica vergüenza: Desde luego, acorralar (presuntamente) a Jenni Hermoso para plantarle un beso que ella no quería, cargarse a hombros a Athenea del Castillo en medio de la euforia o tocarse los genitales en el palco durante la final del Mundial de fútbol femenino, máxime teniendo al lado a la Reina Letizia y a la Infanta Sofía, es un comportamiento inaceptable e injustificable a todas luces.
Es cierto que la alegría por un éxito de tal calibre puede descontrolarse y provocar situaciones que de otra forma no se darí...