¿HA RENACIDO ELDA?

Ahora que se acercan las elecciones municipales del 28 de mayo, los partidos políticos, coaliciones, confluencias y dirigentes de ayuntamientos están más nerviosos que un alumno de letras en un examen final de matemáticas. ¿Que por qué? Pues porque (pese a esa seguridad rayando en la soberbia de la que hacen gala en sus apariciones públicas) saben que la ciudadanía a la que representan los va a mirar con lupa y va a evaluar si los deberes que les ponen en cada legislatura están hechos y bien hechos… Aunque, incomprensiblemente, los terminan respaldando en las urnas una y otra vez pese a las malas notas que suelen sacar, sean del color que sean las autoridades locales. La gente mucho criticar y mucho despotricar, pero al final vuelve a poner a los mismos al frente de los consistorios. En fin.

Nuestra querida Elda no es una excepción. Se nos dijo por parte del equipo de gobierno que íbamos a renacer como ciudad gracias al plan ‘Elda Renace’, que se presentó en febrero de 2021 con un presupuesto de 15 millones y la intención de crear más de 600 empleos para paliar la crisis provocada por la pandemia. Se anunciaron partidas para (entre otros) el Jardín de la Música, la Plaza de los Trabajadores del Calzado, la Plaza de Toros, el Hospital de Pobres de la calle San Roque, las calles del barrio de la Feria, la mejora de accesibilidad en Huerta Nueva y Caliu, la reforma de caminos rurales, la sede de la Policía Local, la adquisición de vehículos para Policía Local y servicios de emergencias, la reparación de la cubierta del Mercado Central o la ampliación del cementerio de Virgen de los Dolores. ¿Ha renacido Elda? ¿Cuántas de estas actuaciones se han llevado a cabo sin retrasos y/o contratiempos? ¿Cuántas de estas actuaciones están ya cumpliendo la función para la que fueron creadas? ¿Cuántas de estas actuaciones van a ser concluidas a trompicones para ser inauguradas dentro del plazo establecido por la ley electoral? ¿Cuántas de estas actuaciones van a dormir el sueño de los justos, para variar? Da grima imaginar las respuestas a estos interrogantes. ¿Triste? Sí. ¿Lamentable? También.

¿Ha renacido Elda? No. Ni mucho menos, por muy duro que resulte admitirlo. Elda no va a renacer mientras las aceras de toda la ciudad sean una trampa para los transeúntes debido al lamentable estado en el que se encuentran. Elda no va a renacer mientras el alumbrado público sea una chapuza en unas zonas y brille por su ausencia en otras, con el lógico miedo que genera entre los vecinos y el peligro que supone para ellos. Elda no va a renacer mientras no tenga servicios e infraestructuras que atraigan a inversores, a empresas y a jóvenes en busca de trabajo y de ocio de calidad. Elda no va a renacer mientras no se solucione el gravísimo problema del aparcamiento público en toda la ciudad. Elda no va a renacer mientras se pierdan tiempo y recursos en eliminar vestigios de épocas pasadas que bajo ningún concepto deberían repetirse; un tiempo y unos recursos que tendrían que ser empleados en preservar y cuidar nuestro patrimonio histórico, sea cual sea, que una y otra vez nos empeñamos en despreciar, en destruir, en ningunear descaradamente, mientras en cualquier ciudad de España lo protegen con mimo y respeto. Elda no va a renacer mientras no se implanten políticas activas, serias, cumplidoras y reales que (como el Ave Fénix) la hagan resurgir de sus cenizas… ¿Utopía? Da cierto miedo imaginar la respuesta a esta pregunta.