TRENES PERDIDOS.

[Publicado en VALLE el viernes 4 de septiembre de 2009].



Es increíble que el PP valenciano haya rechazado en la Comisión de Obras Públicas de las Cortes Valencianas dar la máxima prioridad a la colaboración entre los Gobiernos autonómico y central para recuperar los trenes de cercanías entre Villena, Elda y Alicante. Y es increíble la negativa popular a ayudar a Fomento para que una vez finalizadas las obras del AVE la actual línea ferroviaria Alicante-La Encina se destinase a potenciar el tráfico de mercancías y viajeros, a fomentar la colaboración institucional con el Ayuntamiento de Villena para la ejecución del proyecto de integración urbana del ferrocarril convencional y para instalar un puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes junto a una estación de viajeros del AVE en Villena y a estudiar la necesidad y viabilidad de nuevas líneas y servicios ferroviarios para Ibi, Onil, Castalla, Biar, Villena, Alcoy-Alicante y Alcoy-Villena y contemplar el incluirlos en los planes estratégicos de la Generalitat para impulsar su ejecución. Algo que, sin embargo, sí hizo el Consell en la línea ferroviaria Dénia-Benidorm. Vaya, al parecer, unos se lo merecen más que otros…
Resulta incomprensible que el partido político mayoritario en la Comunidad Valenciana dé la espalda de esta manera a unas peticiones de infraestructuras ferroviarias tan precisas para unos ciudadanos que lo votan para que les resuelvan los problemas y les palien las necesidades, no para que en aras de una estrategia política o de impedir dar al contrincante la más mínima oportunidad de colgarse una medalla se niegue a esta tierra un servicio reclamado por los alcaldes durante años sin resultado alguno… Y un servicio que, de contar con el consenso necesario, facilitaría la existencia de una red de cercanías de alta frecuencia y paradas en todas las estaciones situadas entre Villena y Alicante, incluida la del campus universitario. Resulta incomprensible que su terquedad deje a esta zona a la cola en lo que al transporte ferroviario se refiere. Incomprensible e injusto. Los trenes de cercanías siempre han constituido un modo de movilidad barato, cómodo y fiable para los miles de viajeros que los usan anualmente. Reducen de una manera considerable el número de vehículos en las carreteras, y con ello el riesgo de accidentes de tráfico y las posibles víctimas, amén de disminuir la emisión de los gases de los coches que potencian el efecto invernadero, y facilitan el desplazamiento en distancias cortas a personas que no pueden, no quieren o no deben conducir… Y que no tienen disponibilidad monetaria para desembolsar el coste de un billete de tren de índole distinta a los de cercanías; todo el mundo no puede tener coche y conducirlo, todo el mundo no puede pagar unos 30 euros aprox. de ida y vuelta por un trayecto corto en un Talgo o en un Altaria, y todo el mundo tiene derecho a poder disfrutar de la capital, de los pueblos limítrofes, de la playa o de los centros comerciales, a realizar sus gestiones sociosanitarias o a ir a su trabajo sin verse ahogado por la escasez y la ausencia de trenes de cercanías y por el elevado coste de las alternativas. Todo el mundo tiene derecho a disponer de los mejores servicios y en las condiciones más idóneas… Y los políticos deben saber que para eso se les vota, y que la gente no suele olvidar estos desplantes cuando hay elecciones.