UNA HISTORIA DEL TEMPLETE.
Fotografía de la derecha: El Templete de la Plaza Castelar en los años 50, cedida por MOSAICO a la autora. Fotografía de la izquierda: Kiosco de Pedro Muñoz (Ciudad Real), cedida por su Excmo. Ayuntamiento a la autora.
[Publicado en la revista FIESTAS MAYORES de la AA.VV. "Zona Centro" de Elda, nº de septiembre de 2.009].
En este verano seco y tórrido que ya se marcha –o debería hacerlo pronto- se han cumplido cuarenta años del derribo incomprensible de uno de los más destacados emblemas de Elda: El Templete de la Plaza Castelar. Y con motivo de las Fiestas Mayores que en estos días vuelven a teñir de devoción, tracas, mesclaícos y glamour a las (este año levantadas y polvorientas) calles de nuestra querida ciudad, les voy a contar una historia del mítico Templete que quizá muchos de ustedes, amables lectores, desconozcan.
Pero primero repasemos la vida de nuestro añorado emblema eldense. Fue en 1.934 cuando el entonces Alcalde de Elda, D. Joaquín Vera, presentó una moción en el Consistorio para la construcción provisional de un templete, edificándose de manera definitiva en 1.947 siendo Alcalde D. José Martínez González; este primer edil aprovechó su soñada ampliación de la Plaza Castelar para promover la construcción de un kiosco templete para música que estuvo funcionando hasta finales de los 60. El bar del Templete se usaba como terraza en verano y contaba con mesas de mimbre y de hierro y mármol y una amplísima gama de tapas frías y calientes que la gente saboreaba encantada mientras disfrutaba de actuaciones de todo tipo y posteriormente de los festivales de Fiestas de Septiembre con Raphael, Los tres sudamericanos o la zarzuela y la ópera con Montserrat Caballé y Plácido Domingo, que tuvieron un éxito arrollador… Pero que significaron la muerte del Templete, al convertirse en un obstáculo visual para dichas actuaciones por tapar parcialmente el escenario, un obstáculo que llevó al Alcalde D. Antonio Porta Pérez a tomar una medida tan injusta como sorprendente: Autorizar su derribo, sin buscar otras soluciones y sin apostar por una buena medida como hubiera sido el traslado de los espectáculos a otro sitio, porque a la gente le hubiera dado lo mismo pagar una entrada que una consumición (claro, que tal vez se habrían quejado de un recinto que no estuviese al aire libre…). El caso es que el emblemático Templete fue derribado (no sin un gran esfuerzo que hizo pensar en la dinamita para la demolición) en la madrugada del miércoles 30 de julio de 1.969; una semana antes el Hombre dio un paso de gigante al pisar la Luna, y ese día los eldenses dieron un paso atrás al consentir que se perdiera un trozo de su Historia. Cierto que era la España de Franco, cierto que no había libertad de expresión, de prensa ni de manifestación y cierto que hay que situarse en el contexto de la época para entender la no demasiada oposición ciudadana que hubo al derribo del Templete, pero tal vez con un poco de voluntad y un mucho de imaginación se podría haber evitado una tragedia cultural que tanto se lamenta ahora. Nunca se sabrá si hubiera sido posible.
Pero vayamos a la historia que les prometí al principio de este texto, la que tal vez muchos de ustedes, amables lectores, desconozcan: El Templete de Elda no sólo encandiló a este pueblo y dejó una huella imborrable en él; también enamoró a los miles de visitantes que tuvieron la inmensa fortuna de contemplarlo in situ. Entre ellos hubo un Alcalde que, en los años 60, visitó Elda y se encaprichó de nuestro Templete de tal manera que hizo tomar fotografías y medidas de éste para poner uno igual en su pueblo… Y, efectivamente, D. Alejandro Serrano, entonces primer edil de Pedro Muñoz (Ciudad Real) fue el artífice de que el Templete, a cuyo clon los habitantes de este bonito pueblo manchego llaman Kiosco, siga vivo en cierta manera aunque sea en otra parte de España. Porque el Kiosco de Pedro Muñoz sigue en pie, majestuoso, con orgullo y tronío, sirviendo para los conciertos de la Banda Sinfónica de Música de Pedro Muñoz y como terraza en temporada de verano (como antaño el nuestro, amables lectores), puesto que en la parte baja del kiosco hay un bar, y siendo valorado, cuidado y respetado como el emblema histórico que es, como parte de la fisionomía de un pueblo que trata con mimo a sus símbolos.
Pero primero repasemos la vida de nuestro añorado emblema eldense. Fue en 1.934 cuando el entonces Alcalde de Elda, D. Joaquín Vera, presentó una moción en el Consistorio para la construcción provisional de un templete, edificándose de manera definitiva en 1.947 siendo Alcalde D. José Martínez González; este primer edil aprovechó su soñada ampliación de la Plaza Castelar para promover la construcción de un kiosco templete para música que estuvo funcionando hasta finales de los 60. El bar del Templete se usaba como terraza en verano y contaba con mesas de mimbre y de hierro y mármol y una amplísima gama de tapas frías y calientes que la gente saboreaba encantada mientras disfrutaba de actuaciones de todo tipo y posteriormente de los festivales de Fiestas de Septiembre con Raphael, Los tres sudamericanos o la zarzuela y la ópera con Montserrat Caballé y Plácido Domingo, que tuvieron un éxito arrollador… Pero que significaron la muerte del Templete, al convertirse en un obstáculo visual para dichas actuaciones por tapar parcialmente el escenario, un obstáculo que llevó al Alcalde D. Antonio Porta Pérez a tomar una medida tan injusta como sorprendente: Autorizar su derribo, sin buscar otras soluciones y sin apostar por una buena medida como hubiera sido el traslado de los espectáculos a otro sitio, porque a la gente le hubiera dado lo mismo pagar una entrada que una consumición (claro, que tal vez se habrían quejado de un recinto que no estuviese al aire libre…). El caso es que el emblemático Templete fue derribado (no sin un gran esfuerzo que hizo pensar en la dinamita para la demolición) en la madrugada del miércoles 30 de julio de 1.969; una semana antes el Hombre dio un paso de gigante al pisar la Luna, y ese día los eldenses dieron un paso atrás al consentir que se perdiera un trozo de su Historia. Cierto que era la España de Franco, cierto que no había libertad de expresión, de prensa ni de manifestación y cierto que hay que situarse en el contexto de la época para entender la no demasiada oposición ciudadana que hubo al derribo del Templete, pero tal vez con un poco de voluntad y un mucho de imaginación se podría haber evitado una tragedia cultural que tanto se lamenta ahora. Nunca se sabrá si hubiera sido posible.
Pero vayamos a la historia que les prometí al principio de este texto, la que tal vez muchos de ustedes, amables lectores, desconozcan: El Templete de Elda no sólo encandiló a este pueblo y dejó una huella imborrable en él; también enamoró a los miles de visitantes que tuvieron la inmensa fortuna de contemplarlo in situ. Entre ellos hubo un Alcalde que, en los años 60, visitó Elda y se encaprichó de nuestro Templete de tal manera que hizo tomar fotografías y medidas de éste para poner uno igual en su pueblo… Y, efectivamente, D. Alejandro Serrano, entonces primer edil de Pedro Muñoz (Ciudad Real) fue el artífice de que el Templete, a cuyo clon los habitantes de este bonito pueblo manchego llaman Kiosco, siga vivo en cierta manera aunque sea en otra parte de España. Porque el Kiosco de Pedro Muñoz sigue en pie, majestuoso, con orgullo y tronío, sirviendo para los conciertos de la Banda Sinfónica de Música de Pedro Muñoz y como terraza en temporada de verano (como antaño el nuestro, amables lectores), puesto que en la parte baja del kiosco hay un bar, y siendo valorado, cuidado y respetado como el emblema histórico que es, como parte de la fisionomía de un pueblo que trata con mimo a sus símbolos.
Justo lo que en Elda no se hace. Lo que en Elda no se supo, no se pudo o no se quiso hacer con el Templete. Qué pena que sólo valoremos lo que perdemos… O lo que dejamos perder.
Comentarios
*cuando hace sol
*cuando llueve
*cuando graniza
*cuando truena
*cuando tienes novia...
Ahora se conforman con templitos
(El del abrigo de cheviot muy bien podría haber sido yo... si fuera de Elda, claro)
Besos Puriturmix
¿Pero qué vas a ser tú el del abrigo...? ¡¡Eres un chavalllllllll!!
Por cierto, no me has puntuado ni comentado el texto... Empiezas a preocuparme, profe...
SAPORIMAS, CARO PROFE,
¡¡No soy experto en demolición de templetes!!
Además, ya no eres alumna... no se te puede ir corrigiendo y comentando al atún tún tún...
eres maestra.. y ¡has publicado más novelas que yo!
(Además, te puedes hacer una idea de hasta dónde estoy de comentarios... de texto
("Detexto" los comentarios))
Saporimazo!!
Qué buena noticia la que cuentas al final de tu post de hoy! Sigue vivo en cierto modo!!
Un beso!
Qué buena noticia la que cuentas al final de tu post de hoy! Sigue vivo en cierto modo!!
Un beso!
Sólo una pequeña, mínima precisión: la inquisición no fue un invento de los Reyes Católicos, amiga (para unos reyes buenos que tuvo España...), es mucho más antigua: del siglo XII, nació en Francia e Italia; bien es verdad que los RRCC la aplicaron en España con suma crueldad y que es uno de los grandes 'pecados' de la Iglesia, por el que ya se ha disculpado bastantes veces, cosa que no hacen otros, como los alemanes por la II Guerra Mundial, ni los americanos por lanzar la bomba atómica, etc, etc.
Lo dicho, me encantan los templetes, y los templos, los templos grandes, como el corazón de una persona: templo de Dios.
Besos, Puri
PS: Muy pronto te mando la segunda parte de 'Hola, Puri', jejeje, con más ideas mías, igual de absurdas y de tontuelas que siempre
PD:
Beeesos, Puuuuuriiii!!!
da la sensación de que en España no somos conscientes de lo importante que es conservar el patrimonio histórico. Y además, para escuchar música no hace falta ver el escenario, ¿no?
Un abrazo
SAPORIMAZOSSSSSSSSSS, CARO PROFEEEEEEE.
Es muy emocionante saber que en cierto modo sigue vivo.
BESAZOSSSSSSSSSSSSSSSSSS.
Jejejeje, lo siento... No me gustan los RRCC; hicieron más mal que bien, aunque estuviesen convencidos de hacer lo correcto.
¡¡Espero esa 2ª parte del "hola puri" con expectación, amiiiiiiiiiiigooooooo!!
BESAZOS,
Gracias.
UN ABRAZO,
Te escribo desde Pedro Muñoz y me ha encantado encontrarme con un pedacito de nuestra historia que desconocía.
Un abrazo desde La Mancha.
Rafael Martínez.
Pues sí, Elda y Pedro Muñoz estamos unidos por un trocito de Historia, tan maravilloso como entrañable.
Un saludo afectuoso,